jueves, 1 de abril de 2010

El Primer paso

El viento sopla moviendo la nieve en forma de un velo blanco al ras del piso, solo es perturbado su paso cada vez que choca con alguno de los tres encapuchados que están parados allí. el páramo es blanco y desolado solo perturbado por alguna que otra roca. De pronto, la paz que reina este lugar es perturbada por un graznido ronco y un aleteo, las tres figuras salen de su trance y voltean al horizonte.

-Mis amigos, lo he conseguido he roto el ultimo sello-, grito Elian mientras decencia de un brinco del dragón en que venia montado

-Jajaja, ¿lo vez, es joven pero es muy capas?-, dijo una de las figuras
-tsssss dddeacuerdo, deniadss ddrazon-, respondió con un siseo extraño el segundo de ellos.
-Dejad de Hablar, es hora de continuar-, interrumpió el ultimo de ellos, su figura casi del doble de un humano impone desde la distancia, y a parte de ello sus ropas parecen mas una sobra o niebla que tela.

caminaron hasta formar un semicírculo en la nieve, de sus ropajes sacaron un pequeño objeto brillante excepto el mas grande de ellos que entre sus dedos mostraba 3.

-Coloquen las gemas en el piso, esta por comenzar el Anor Nurtalë-, dijo el mas grande, y empezó a recitar un conjuro en una lengua extraña, los tres restantes se arrodillaron bajando su mirada.

mientras el sol se ocultaba tras de una de las lunas y la tierra se cubría de tinieblas, luces de varios colores se unían utilizando como vértices cada una de las gemas del piso, al formarse por completo la estrella circunscrita, una columna de luz se extendió hasta el cielo rompiendo las nubes con un sonido atronador, e ilumino el cielo como si hubiese otro sol.

La tierra retumbaba en los alrededores, y el circulo con la estrella dio paso a un espejo negro donde emergieron 3 figuras mas.

-Levántense-, dijo la figura central, -nuestro tiempo ha llegado-, mirando hacia abajo de la montaña descubrió las huestes reunidas a lo lejos, -mi señor, todo esta listo y en espera de sus designios-, camino con su bastón hasta un risco cercano y dijo, -Estoy complacido, cada uno de ustedes ha juntado huestes propias de mi, ahora ir y conquistar esta tierra para mi-.

Gritos y Cuernos sonaron, los generales se encaminaron hacia su batallón, para seguir los oscuros designios trazados hace milenios, la ira y el resentimiento acumulados por tanto tiempo se respiraba en el aire.

No hay comentarios:

Publicar un comentario