Un cielo claro y estrellado es lo único que se ve en el horizonte, y la brisa seca y fría que los acompaño durante gran parte del camino hace tiempo que se había ido dejando en su lugar una tibia brisa salada.
Elian llevaba varios días de vuelo sin descanso, la espalda y las piernas le dolían incesablemente y los parpados de tanto en tanto se le cerraban, -es una suerte que el maestro me diera esa poción, si no seria bastante difícil mantenerla todo este tiempo, y ahora que lo pienso fue muy sencillo, no puedo imaginar como es que Namzeru fue derrotado por esos débiles heores... sin embargo no dejo de pensar que es lo que va a hacer con ella-, se dijo a si mismo mirando tristemente a Ithilwen.
Algo sucedía dentro de el, si bien Ithilwen había sido la llave para liberar a su amo y sin duda la hubiese matado en ese templo, sentía pena y remordimiento por la clase de torturas que le esperaban a la mujer, Elian agito la cabeza tratando de pensar en otras cosas -estoy cansado eso es todo- se dijo, pero su pensamiento volvia una y otra vez al mismo lugar.
De pronto la criatura que montan lanza un graznido, al levantar la mirada Elian se da cuenta que han llegado a su destino, a lo lejos se ve un fuerte construido a las orillas del mar, es divisible a la distancia por dos hogueras que expulsan sendas columnas de fuego, detrás de ellas hay un fuerte de piedra pulida la cual refleja el vasto cielo nocturno lo suficiente para que ojos poco entrenados la pierdan en la noche, entre las hogueras se distingue un canal, lo suficientemente grande como para que pasen dos galeones al mismo tiempo, y dos torres en la orilla de este custodiando la entrada.
inmediatamente Elian jalo las riendas del animal y descendió rápida y suavemente en la explanada justo detrás de este lugar, a lo lejos hacia el oeste se divisan miles de tropas formadas y listas para embarcarse, Elian presto poca atención y lanzo un silbido al cual atendieron varios subordinados.
-Bájenla con cuidado y pónganla en una carreta- dijo señalando a Ithilwen, -traigan una escolta y los mejores caballos y jinetes para llevarla ante mi señor-