el pasillo solitario de piedra negra lisa es perturbado por los pesados pasos de un hombre... su larga capa arrastra mientras los pobres sirvientes al verlo pasar le hacen reverencia, pero no una reverencia por miedo, si no una reverencia de respeto.
Varios sirvientes llevaban a una chica, una de las mucamas del rey, golpeándola y escupiéndole mientras avanzaba, le gritaban cuanta barbarie cruzaba por su mente, las ropas de la mujer ya estaban en girones debido a los jalones que le propinaban y se notaban las marcas de golpes y latigazos.
Momentos después uno de ellos le propino un golpe en las piernas por lo que la mujer cayo al piso, e inmediatamente los orcos se abalanzaron con el fin de saciar sus instintos animales, sin pensarlo la figura en negro, el alto capitán y mano derecha del rey desenfundo la espada y con un movimiento corto la cabeza de dos de ellos, rápidamente giro la espada y atravesó al tercero y con la mano libre tomo al cuarto del cabello y lo levanto a la altura de su cara.
-¿Cuantas veces lo he dicho... un guerrero tiene honor y no se comporta como una bestia, y menos en m i presencia?-, sin titubear aplasto el cráneo de la infeliz criatura con la misma mano que lo había levantado momentos antes.
-¿Estas Bien?- pregunto, la chica sin creerlo lo volteo a ver, -mi señor Ashram-, el levanto la mano y se acercaron dos hombres de su guardia, -llévenla con los suyos y arrojen los cuerpos de estos idiotas que manchan el palacio con los demás de su clase, y díganle que el Sr Ashram les prohíbe tocar a un esclavo-, los dos hombres asintieron y salieron de prisa mientras Ashram continuaba su camino al salón del rey.
de las sombras un poco adelante una figura se devela, -Veo que sigues siendo el mismo-, el mostró una leve sonrisa -y tu también, siempre en las sombras-, -así es-, -bien te voy a necesitar, pero primero debo hablar con el rey, al parecer han encontrado la espada y viene hacia acá, mantente cerca-
la puerta del gran salón se abrió de golpe y la figura negra entro caminando -Ahh bien venido, sabes por que te he mandado a llamar ¿cierto?-, Ashram se arrodillo -así es mi señor-, ya mande a Sombra a Kalgor, y tu mision es...-, -Dar muerte a los que vienen-, -así es, pero no los tomes al la ligera, tienen la otra espada, aunque por lo que me informo, aun no tienen portador-, -Seré cauteloso y llevare a mi gente tras ellos-, -bien se que nunca has fallado, y al parecer han entrado al templo, sin duda los subestime, sabían que era la única forma de pasar desapercibidos, así que te encomiendo rastrearlos y matarlos-, -sin duda maestro-, -no dejes que lleguen aquí, estamos a días de que nasca mi nuevo cuerpo, con el cual seré inmortal, es tu deber pararlos a toda costa-, -así se hará mi señor-.
haciendo una reverencia salio de nuevo del salón y afuera la elfa lo esperaba, -has oído no?-, -si-, -tienes trabajo que hacer-, -si pero antes quisiera...-, Ashram la tomo en sus manos y la saco de allí dirigiéndose a su campamento en las afueras de el castillo de la ceniza.
